Nadie duda de que caminar es un excelente ejercicio para la salud física y la mental. Fortalece el cuerpo, el corazón y despeja la mente. Y en verano, aquellas personas que tienen la fortuna de pasar sus vacaciones en la costa, pueden aprovecharse de más beneficios al caminar sobre la arena. Uno de ellos, que te ayuda a adelgazar. Las condiciones del terreno hacen que el ejercicio sea más intenso y, por lo tanto, quemarás más calorías. Por ello, si quieres perder peso caminando por la playa, no te pierdas estos consejos. 

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Caminar por la playa te ayuda a despertar todas las terminaciones sensitivas que tenemos en los pies, que serán de gran valor para el equilibrio general, desde los propios pies hasta la cabeza. “Esa información –a la que llamamos propiocepción– es importante para poner en marcha las microactivaciones musculares de las piernas, que nos proporcionan una marcha limpia y sin accidentes. Dará tono y función a los ligamentos de la extremidad inferior y pondrá en marcha en sistema vascular. Aquellos que hayan sufrido un esguince de tobillo entenderán la importancia de trabajar esta propiocepción en su proceso de recuperación”, sostiene Pablo Terrón, director Grado Fisioterapia de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV). 

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Aunque parezca que caminar por la playa es un ejercicio sencillo, para no hacerte daño tienes que calentar, sobre todo, las articulaciones de los pies y las piernas, que serán las que trabajen más, sobre todo, si caminas descalza. Haz círculos con los pies, flexiona los tobillos, apoya las manos en los muslos y con las piernas ligeramente flexionadas haz círculos a un lado y a otro, dobla las rodillas para estirar las piernas y comienza a caminar despacio para calentar. 

Es importante tener en cuenta el tiempo y la intensidad, es decir, hay que andar a buen ritmo y de forma continua durante al menos diez minutos si lo que buscamos es un precalentamiento. Si lo que queremos es mantenernos en forma y controlar el peso deberemos andar todos los días, al menos una hora diaria. Según afirman los expertos de Sprinter: “Caminar durante una hora activará la circulación de la sangre, lo que hará que combatas la piel de naranja y mantengas tu peso controlado”.

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Búscate un buen acompañante con el que ponerte al día, y la hora que dediques a caminar se te pasará volando. Además, podrás comprobar que la intensidad del ejercicio es la adecuada. Para saber si estás caminando al ritmo que te ayuda a quemar calorías tiene que costarte hablar. No hasta el punto de ser incapaz de hacerlo, pero sí debes notar cierta dificultad. 

En la arena de la playa encontrarás pequeñas pendientes que pueden servirte también para intensificar el ejercicio y quemar más calorías. Eso sí, advierte Terrón, si se tiene un esguince reciente que se encuentra en proceso de recuperación y de readaptación, el experto advierte que “en una primera fase sería beneficioso caminar por la parte dura de la arena y sin pendiente lateral.

El ejercicio se denomina marcha nórdica e intensificará la caminata. Se trata de un deporte de resistencia que consiste en caminar con la ayuda e impulso de bastones similares a los utilizados en el esquí. Utilizando estos bastones, no solo activarás los músculos de las piernas, sino también los del tren superior, con lo que el ejercicio será más completo. 

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Otra manera de que caminar por la playa se convierta en el ejercicio que te ayudará a adelgazar es que utilices el viento para crear más resistencia a la ida. Pero procura tenerlo de espaldas cuando vuelvas, ya que estarás más cansada y el viento te ayudará en el camino de regreso. 

Si vas a caminar una hora por la arena, debes utilizar un calzado adecuado para no dañar los pies. Pero caminar descalzo es un excelente ejercicio que además exfolia la piel. Puedes reservar unos diez o 15 minutos al final de la marcha para quitarte las zapatillas. Sentirás, además, un gran alivio si caminas por la orilla. 

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Caminar por la arena blanda requiere más esfuerzo. Es casi como escalar una colina. De hecho, si pasas un buen rato caminando por este suelo sin estar preparada, notarás como al día siguiente tus gemelos protestan. Lo ideal es que comiences alternando la orilla, más compactada, con la arena más blanda. 

Lo ideal es que salgas a caminar por la playa a primera hora de la mañana o última de la tarde, cuando ya se pone el sol. Evita las horas centrales, ya que pueden acabar extenuándote. Además, usa siempre protector solar y, en la medida de lo posible, protectores físicos, como camisetas y gorras. Otro punto fundamental es que te hidrates. Si llevar una botella en la mano te resulta molesto, puedes utilizar una pequeña riñonera o una mochila para beber antes de tener sed. 

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