La nueva vida de Alba y Piqué

2022-09-09 20:23:49 By : Mr. Vic Nie

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Jordi Alba solo ha jugado de titular en un partido de Liga; Gerard Piqué ni siquiera se ha estrenado

El Barça de Xavi Hernández suelta lastre y coge altura. En su alineación titular de presente apenas caben jugadores que lo fueron todo. Solo Sergio Busquets, amigo íntimo del entrenador, resiste con solvencia la regeneración. En los márgenes sobreviven de distinta manera Sergi Roberto, suplente valorado por su polivalencia; Jordi Alba, tercer lateral por detrás de Marcos Alonso y el emergente Balde; y Gerard Piqué, que ha pasado de kaiser insustituible a central invisible. Ter Stegen, que nunca fue parte del núcleo duro de la vieja guardia, leyó la jugada con anticipación y se ha pasado el verano trabajando con su rodilla mala para volver. Y ha vuelto. Le beneficia que a él no le han fichado competencia.

Después de su aterrizaje forzoso la temporada pasada, Xavi dispone hoy de paredes acolchadas para llevar a cabo su plan. La cobertura de la junta y la dirección técnica es evidente. Le han dado manga ancha para hacer y deshacer y, por su cuenta, incluso han hecho cierto trabajo subterráneo para dejar en mal lugar a los capitanes: no se han bajado el sueldo ni un euro, ese ha sido el mensaje subyacente que ha sobrevivido al verano. Son los malos de la película. El populismo acostumbra a ganar por goleada en el fútbol.

En realidad el cambio de guardia se pedía a gritos desde hace temporadas. Se dio por hecho hace tres cursos (mayo de 2019) después del 4-0 de Anfield que expulsó a los azulgrana de la Champions. Josep Maria Bartomeu, domesticado por estrellas resabiadas, fue frenado a última hora cuando se disponía a ejecutarlo. Su dudoso historial como fichador tampoco garantizaba el éxito. La ralentización de aquel adiós cantado fue contraproducente para quienes la promovieron, cruelmente engullidos por el paso del tiempo.

Hoy no hay sitio para ellos. La línea defensiva que se enfrentó al Valladolid y al Sevilla, formada por Koundé (23 años), Araújo (23), Eric Garcia (21) y Balde (18) arroja una media de edad de 21,2 años. Alba, con 33, juega ratos de segundas partes, y Piqué, 35, permanece inédito sin debutar.

Sobrellevar este tipo de situaciones es muy difícil para los afectados pero también para el entrenador. Fuentes veteranas del vestuario azulgrana confiesan aún hoy que lo que agotó a entrenadores como Pep Guardiola, Luis Enrique o Ernesto Valverde nunca fue la táctica sino la convivencia con según qué egos. Los de Alba y Piqué, como los de tantos otros, tienen su aquel. Pero Xavi cuenta con el viento a favor.

La suplencia de Alba apenas la llora nadie. La trayectoria del lateral merecería mayor reconocimiento, pero su carisma, que podríamos llamar ‘inverso’, le pone las cosas difíciles. En el vestuario ha perdido asideros. Sin Messi, su principal aliado durante años por la banda, se ha quedado a la intemperie, sin paraguas protector y sin hombro sobre el que recostarse. Entre la afición nunca abundaron los fans entregados. Probablemente por su carácter. Alba tiene motivos para gruñir. Se está jugando una plaza en el Mundial de Qatar (apenas quedan dos meses y pico para la cita) y le sentó fatal que el club, sin su consentimiento, le ofreciera al Inter de Milán.

Gerard Piqué, por su parte, está atravesando uno de los peores momentos deportivos de su carrera. El asunto se junta con su situación personal desde que se anunció su separación de Shakira. Acosado por los paparazzi fuera del campo, dentro se prometió ponérselo difícil a Xavi cuando este le avisó del año que le esperaba, pero la verdad dice que es el quinto central cuando llevaba una década siendo el primero. La afición le idolatra pero su titularidad ha sido asimilada por el barcelonismo con naturalidad. Piqué se mantiene, dicen, tranquilo de puertas adentro, un adjetivo que le pega poco.

Tanto el central como Alba se encuentran en una posición de debilidad. Como nunca antes. No les queda otra que apechugar.

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